lunes, 13 de septiembre de 2010
Yo no quería mentir, me hiciste un mentiroso; hoy digo lo que tu quieres oír como un acto piadoso. Yo no quería huir, me hiciste un fujitivo; con tal de no reñir me invento algún motivo. Total que sigo siendo el mismo que yo he sido; y si es que soy distinto, lo soy sólo contigo. Con tal de dibujarte en el rostro una sonrisa, mentir se hizo un ejercicio. Soy un embustero. Una mentira que te haga feliz vale más que una verdad que te amargue la vida. Una mentira hará crecer mi nariz a cambio de libertad y de aferrarte a mi vida. ¿Qué hago para que me entiendas que si miento es porque nunca creerías que en el sitio donde esté siempre estaré pensando en ti? ¿Qué culpa tengo yo del crímen y el castigo; de creer que por amor dejamos de ser amigos? Si te fijaste en mi, no fue por ser un santo; lo que te gustó de mi, hoy te provoca el llanto. ¿Para qué armo la guerra siéndote sincero? Mentir es una forma de decir te quiero. Con tal de no ser blanco de tus peores enojos; miento como un enfermo y viéndote a los ojos. Una mentira que te haga feliz vale más que una verdad que te amargue la vida. Una mentira hará crecer mi nariz a cambio de libertad y de aferrarte a mi vida.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario