¿Entendiste alguna vez que mis ojos hablan de vos? Mirá, hay formas y formas de ver las cosas, y a veces hay que ponerse en el lugar del otro. Lo que estás haciendo me resulta de una inmadurez tal, que hasta los féretros de un barco hundido se abrirían para dejar salir los reproches de sus muertos. ¿Y te reís? Sos inútil, ¿no lo ves? Te cagás de risa de lo más pútrido de tu situación. Si algún día te dieras cuenta que sólo sos carne y huesos.
M. Benedetti
miércoles, 2 de diciembre de 2009
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