martes, 7 de julio de 2009
Perder algo que creías tener no duele tanto como si realmente lo hubieses tenido. Es más, creo que ni duele. Lo que pasa es que vos creías que era algo, algo importante, y que el día que no lo tuvieras tendrías que llorar, pero el día que lo perdiste, te miraste al espejo esperando ver tus ojos llenos de lágrimas, esperabas sentir una angustia en tu interior, un nudo en la garganta, y hasta impotencia por no poder volver el tiempo atrás, pero esto no fue así, no sentiste nada de esto, tmp podría decir que sentiste un alivio, pero no cambio nada en vos, simplemente se fue, y todo sigue igual.
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